martes, 17 de mayo de 2011

clases de culebras

La clase reptilia se caracteriza por poseer el cuerpo recubierto de escamas suaves, delgadas y pequeñas, las cuales están en contacto casi permanente con el sustrato. Este orden es el más numeroso entre los reptiles y está dividido en tres subórdenes: Lacertilia (lagartos), Amphisbaenia (morronas o bachaqueras) y Serpentia u Ophidia (Serpientes o culebras). Este último es, sin duda, el grupo más atractivo y excitante debido, en gran medida, a los variadísimos componentes mítico-religiosos de que ha sido revestido por todas las culturas humanas, desde la más remota antigüedad hasta nuestros días. Además de ser cazadoras sumamente ágiles, un grupo de ellas posee, quizás, el más efectivo sistema de inoculación de veneno del reino animal.

El envenenamiento ofídico es considerado un problema de Salud Pública en la mayoría de los países tropicales, ya que existe un elevado número de casos mortales en estas áreas, debido a el elevado nivel tóxico de los venenos de esta categoría de serpientes. Venezuela es considerado uno de los países afectados, ya que en ella se encuentran especies altamente venenosas como la tigra mariposa (Bothrops venezuelensis), la mapanare (Bothrops colombiensis) y la cascabel (Crotalus durissus cumanensis). Sin embargo, existe un suero antiofídico de alta calidad, producido por el Centro de Biotecnología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela (UCV), el cual ha logrado disminuir la mortalidad causada por estos ofidios en particular.

Las serpientes se caracterizan por su cuerpo cubierto de escamas, por la ausencia de extremidades y de oído externo, por poseer una membrana transparente, en vez de párpado, y un olfato muy efectivo que consiste en capturar las partículas de olor en el aire con la lengua bífida (mayor superficie) e introducirla en la boca para llevar las partículas a un órgano ubicado en el paladar llamado órgano de Jacobson, cuya función es enviar el mensaje olfativo al cerebro. Algunas también tienen un órgano situado en el paladar llamado órgano de Jacobson, cuya función es permitir la percepción de olores. Algunas también tienen un órgano termorreceptor , especialmente las serpientes venenosas de la familia Viperidae, las cuales tienen una foseta termorreceptora loreal muy efectiva que les sirve para percibir los cambios o variaciones de la temperatura externa. Estos reptiles poseen distintos tipos de dentición (agtifa, opistomegadonte, opistoglifa, proteroglifa y solenoglifa), la cual constituye un carácter taxonómico de gran importancia.

En nuestro país existen ocho familias (Anomalepididae, Leptotyphlopidae, Typhlopidae, Aniliidae, Boidae, Colubridae, Viperidae = Crotalidae y Elapidae = Micruridae) con aproximadamente ciento cincuenta especies. Desde el punto de vista médico y lexicológico, las especies de mayor interés son las de la familia Viperidae = Crotalidae (cascabeles, mapanares, tigra mariposa, etc.) Elapidae = Micruridae (corales) y algunas especies de la familia Colubridae (culebras cazadoras) de dentadura opistoglifa (colmillo superoposterior conectado a una pequeña glándula de veneno).

En cuanto a los Vipéridos, grupo con dentadura solenoglifa (colmillo superodelantero móviles conectados a una glándula de veneno) y causantes de la mayoría de los accidentes -debido a su agresividad, a su frecuencia en las zonas urbanizadas, a la ignorancia de la población y a su alto grado de eficiencia en el momento del ataque-, son sin duda, el grupo más importante de identificar y evitar. También se encuentran los Elápidos, corales de dentaduras proteroglifa (colmillo superodelantero fijo, conectado a una glándula de veneno) que, a pesar de la alta toxicidad de su veneno, provocan muy escasos accidentes, debido a su temperamento poco agresivo y a su ineficiencia en el momento del ataque. Sin embargo, los accidentes son graves y no existe terapia de suero, ya que en el territorio nacional no se produce. Por otra parte, los accidentes con especies de la familia Colubridae de dentadura opistoglifa, son muy escasos y no son graves.

Sus sexos son diferenciados (machos y hembras). El macho presenta una estructura reproductiva constituida por dos órganos llamados hemipene (ubicados hacia la región caudal o cola), los cuales presentan diversas ornamentas, dependiendo de la especie. En algunos casos, uno de estos hemipenes sufre daños, por lo que está el otro para cumplir la función procreadora. Por su parte, las hembras tienen sus estructuras reproductivas ubicadas en la región peritoneal (la cavidad que recubre los órganos). El apareamiento de esta clase de reptil viene precedido por un cortejo –bastante elaborado, en algunas especies -, el cual puede constar de pequeños roces, toques con la lengua o, incluso, combates.

Los ofidios en general se reproducen una vez al año. La hembra tiene un período de celo (apto para reproducción) que puede abarcar entre dos y cinco meses . En el particular caso venezolano, dicha etapa suele presentarse entre los meses de septiembre a enero, dependiendo de la especie. Algunas serpientes son ovíparas (ponen huevos) y otras son vivíparas u ovovivíparas; es decir, paren a sus crías en una membrana o pseudoplacenta. El tiempo comprendido entre el momento de la cópula, la puesta del huevo y su eclosión, es de unos seis meses aproximadamente, en el caso de las especies ovíparas. Suele pasar un período que abarca desde dos meses y medio hasta tres meses y medio, para el caso de las especies ovíparas. Las vivíparas, también tienen lapsos reproductivos similares.

Sus hábitos alimenticios son muy específicos; incluso existe un grupo, el de las serpientes conocidas como caracoleras, que se especializan en alimentarse solamente de moluscos terrestres. También encontramos otros grupos con una gama alimenticia más amplia, tal es el caso de algunas mapanares que se alimentan de mamíferos: lagartos, ranas, aves, invertebrados, inclusive de otras serpientes (en ciertas ocasiones). Igualmente, existen especies de ofidios los cuales, se alimentarse otras serpientes casi exclusivamente. Este es, precisamente, el caso de la Clelia sp. (especie ofiófaga) conocida popularmente en Venezuela como tuquí o ratonera negra y del Drymarchon sp. llamada comúnmente serpiente raboamarillo y rabonegro.

Las serpientes son depredadores topes en la cadena alimenticia; se destacan por ser eficientes cazadores que emboscan y eliminan a sus presas valiéndose de diferentes formas o métodos. Las grandes boas, por ejemplo, matan a sus víctimas enrollándolas entre sus poderosos anillos, causándoles una asfixia mecánica; este mismo método lo utilizan un grupo de Colúbridos (serpientes cazadoras). Otro grupo de Colúbridos, con dentadura opistoglifa, eliminan a sus presas a través de su veneno. En cuanto a las especies con dentadura aglifa (sin colmillo inoculador de veneno) sujetan a sus cazas, tragándoselas vivas en ciertas ocasiones. Los ofidios de la familia Viperidae y Elapidae eliminan a sus víctimas con una mordida, inoculándoles su potente veneno.

Las serpientes son organismos muy bien adaptados, ocupando casi todos los nichos ecológicos existentes. Ellas pueden ser encontradas en los árboles (especies arbóreas), sobre la tierra (especies terrestres), bajo la tierra (especies hipogeas) y en el agua (especies acuáticas). Asimismo, las serpientes poseen hábitos diurnos o nocturnos, aunque la gran parte de las especies en Venezuela son de hábitos crepusculares.

En Venezuela, las mismas pueden ser ubicadas en las siguientes zonas biogeográficas: región del Lago de Maracaibo, región Andes, región Falcón-Lara, región costera, región llanos, región Guayana, región Amazonas y región insular.

Estas áreas, ya de por sí, son una referencia en cuanto a la distribución geográfica de algunas especies, debido a que las condiciones ecológicas de cada región son particulares y, en algunos casos, únicas. Otra característica importante para ubicar tipos de serpientes, tanto en diversidad como en cantidad, son los pisos o distribución altitudinal. Por ser organismos ectodermos, su presencia es menos frecuente en las tierras altas, donde las temperaturas suelen ser bajas. Mientras que en las tierras de menor altitud, por ser regiones cálidas, su frecuencia, diversidad y abundancia se incrementan. Las serpientes venenosas son más frecuentes en este tipo de territorio, especialmente por debajo de los 1000 metros de altura sobre el nivel del mar. En esas áreas se encuentran los géneros Crotalus, Porthidium, Bothrops, y con menor frecuencia algunas especies de los géneros Bothriopsis y Micrurus. En las tierras altas, es decir, por encima de los 1000 metros, se encuentran los géneros Bothriechis, Bothtiopsis, Bothrops y Micrurus y con menor frecuencia, algunas especies del género Crotalus.

Las serpientes, como todo ser vivo, tienen el derecho per se de coexistir en el planeta. Son organismos irremplazables en los ecosistemas, pues se trata de animales ubicados en el tope de la cadena trófica. Por esta razón, debemos intentar reconocer las especies venenosas, evitar los encuentros con ellas y, en todo caso, cederles el paso cuando estemos en el campo; al fin y al cabo ése es su hogar y son los seres humanos quienes lo invaden; de esta manera, ninguna de las partes saldrá afectada.

Por otro lado, es de vital importancia velar por la protección de los ecosistemas o nichos ecológicos habitados por esta clase de reptil (por la vía legal) y al mismo tiempo crear conciencia en las población sobre la importancia de conservar estos ambientes en los cuales habitan las serpientes. Sólo así se podrá asegurar la perpetuidad de la oftofauna y, por consiguiente, del resto de los organismos que ocupan este planeta
.

Los accidentes por mordeduras de serpientes, producen pánico y un miedo atávico con mucha razón. Es por ello, que debemos distinguir entre el peligro potencial y real, que depende de varios factores (3).

Tomando como ejemplo la potencia del veneno, las corales venenosas serían las más peligrosas. Pero ocurre que la mayoría de ellas son poco agresivas, de boca muy pequeña, huidizas y es por ello que los accidentes provocados por esta familia son muy raros. Los pocos casos (Pifano et al, 1986) fueron mordidos al manipular la culebra, jugando con ella, por considerarla inofensiva.

Por la actividad del veneno, las cascabeles deberían estar en segundo lugar deberían. En Brasil y Venezuela, la mortalidad por la mordedura de estas serpientes es muy elevada, cerca del 72% (3), sin tratamiento y alrededor del 10% aún con dosificación de suero antiofídico polivalente. Afortunadamente, los accidentes no son tan frecuentes, por su agresividad menor que los Bothrops, Bothriechis, Bothriopsis y Porthidium y el ruido que hacen, con el crepitaculum corneo (cascabel), “formado por anillos de queratina que son huecos y se unen entre sí” (2) que alerta de su presencia.

En nuestro país, el mayor número de accidentes es causado por serpientes del género Bothrops, Bothriechis, Bothriopsis y Porthidium, mapanares y tigras mariposas, con un porcentaje alrededor del 80%. Estas serpientes tienen un veneno menos potente que los Micrurus y Crotalus. La mortalidad para los casos sin tratamiento no es tan elevada, llegando al 8% en hospitales de Brasil y 0.7% de los tratados (3). En Venezuela, a pesar del subregistro, las cifras parecen coincidir con esos números.

Las serpientes del género Lachesis, (cuaima concha de piña) son probablemente las serpientes venenosas más grandes del mundo. Su mordedura generalmente es desgarrante, tal como una mordedura canina; las cantidades de veneno que inocula son altas, pero afortunadamente de baja potencia. Su importancia médica es relativa, desde el punto de vista epidemiológico, ya que los accidentes son bastante raros y sólo ocurren en medio de la floresta tropical húmeda profunda. En cuanto a agresividad, el comportamiento es esquematizado así: Bothrops, Bothriechis, Bothriopsis, Porthidium, Crotalus, Lachesis y Micrurus.

De los cuatro géneros de serpientes venenosas descritos en Venezuela, Bothrops, Bothriechis, Bothriopsis, Porthidium, Crotalus y Lachesis, pertenecen a la familia Viperidae= Crotaliadae; y el género Micrurus pertenece a la familia Elapidae = Micruridae. Cada uno de estos géneros, posee características propias que facilitan su identificación. En este sentido, la familia Viperidae, con sus tres géneros, posee como característica común una foseta loreal termorreceptora. Es un orificio situado entre la narina y el ojo de la serpiente por lo que popularmente recibe el nombre de "cuatro narices". La diferencia morfológica de estas familias, en comparación con las serpientes no venenosas, se puede hacer de la siguiente manera:
Elapidae: no poseen foseta loreal. Son serpientes de difícil identificación, las cuales se caracterizan por presentar varios colores dispuestos en forma de anillos alternos donde predominan el rojo, el negro y/o amarillo. La mejor manera de identificar a las corales venenosas, es verificando la presencia de colmillos inoculadores de venenos a nivel de la segunda escama supralabial en el maxilar superior, los cuales son pequeños y no retráctiles.
Viperidae: SI poseen foseta loreal, son serpientes de colores opacos. Presentan un par de colmillos retráctiles, inoculadores de veneno, hacia la parte anterior del maxilar.
Género
Foseta Loreal
Cola
Bothrops (Mapanare), Bothriechis, Bothriopsis y Porthidium.
Presente

Lisa

Crotalus (Cascabel)
Presente

Apéndice córneo

Lachesis (Cuaimas)
Presente

Erizada

Tabla 1. Familia Viperidae: Clave simplificada de identificación

Caracteres
Venenosas
No venenosas

Familia Viperidae
Familia Elapidae

Cabeza
Triangular
Roma u ovalada
Variable
Pupila
Vertical

Redonda

Redonda o vertical

Foseta loreal
Presente

Ausente

Ausente

Escamas cefálicas
Pequeñas y aquilladas

Grandes y lisas

Lisas

Dentición
Solenoglifa: dos colmillos grandes anteriores, móviles

Proteroglifas: dos colmillos pequeños anteriores fijos
Aglifa: sin colmillos.Opistoglifas: dos colmillos maxilares posteriores

Cola
Lisa: Bothrops
Apéndice córneo: Crotalus
Erizada: Lachesis

Corta y puntiaguda

Variable

.

La culebra cascabel
Una tarde de verano a orillas del río Cravo, mientras esperaba que un desprevenido pez cayera víctima del engaño, en uno de mis anzuelos tendidos de una a otra orilla, en mi largo calandrio, que tenía ancladas sus puntas a unos enormes estacones de guarataro, le preguntaba a mi amigo Saúl, el Niño Mentiroso, que si él conocía la serpiente cascabel, pues ya me iba a morir de viejo y, que habiendo, tantas en los llanos, jamás tuve la oportunidad de conocer una de ellas. Él con su imaginación me contó la siguiente historia.
‘Pocos años después de haber pasado en el Llano la guerra Quadalupana, tenía mi taita una finca para el lao de Aguascalientes, muy cerca de su amigo Tito Morales. Por ese entonces yo apenas era un sute, eso sí, trujano para todo. Achicaba los becerros, ordeñaba las vacas, le echaba de comer a las gallinas, rucíaba las matas y salía en un burrito gocho a darle vuelta a la Sabana, ésta no tenía cercas. El Llano era libre y para todo bicho de uñas. Me tocaba cargar el agua para la comida, cortar los topochos y desbellotar las plataneras para salvarlas del julano hereque, que vino a terminar al fin con el principal sustento del llanero.
Me gustaba trabajar, eso era cierto. No había nada que no supiera hacer. Todo oficio para mí era bueno, menos pastoriar una marranera que teníamos, de más de un centenar. Pero me la tenían velada, y todos los días me tocaba madrugar, Me ponía un guayuco, una franela de La Garantía, un sombrerito viejo y mí ruana, luego me servían el desayuno y agarraba un zurriago, recogía los marranos, eso sí, no sin antes renegar, echar unas cuantas maldiciones, alegar que yo era un hombre de caballo corcoviador y toro para’o, que ese of icio era pa’ los pendejos. Entonces se ‘enverracaba’ mi taita, agarraba su mandador de palo de cañaguate y me encaminaba con todo y marranos.
Por fin me iba, eso sí, ‘más toria’o que sapo llevando sol’. Llegaba a un bajo donde se regaba esa marranera a comer boro y a hozar; y como tenían el chumbo más largo que ‘cañón de fusil, de la guerra de los mil Días’. Dejaban la tierra ‘más revolcada que atascadero de camino rial’. Mientras tanto yo sacaba mi flecha de doble caucho y como siempre tenía los bolsillos llenos de piedras, me ponía a matar perdices y palomas. Piedra que tiraba era paloma que caía cuando tenía bastantes y calculaba que ya pesaban mucho, le echaba mano a mi cuchillo, cortaba un bejuco de chaparro, hacía un sartal, las tapaba con la ruana y las dejaba a la sombra de una mata de guásimo; luego mataba uno o dos patos.
A eso de las dos de la tarde recogía los marranos, los contaba y pelaba por mi saco pollero que mi mamá me llenaba con tajadas y carne frita de marrano o de res, tragaba hasta quedar ‘más lleno que mozo de cocinera’. Para completar, me jartaba una totumada de agua con panela y esperaba que cantaran los loros, ajuntaba los malditos puercos y me ajílaba con ellos pa la casa.
En la noche, desde mi chinchorro, escuchaba los cuentos que contaban los piones, cuentos de la Bola de Fuego, del Silbador, del Mandingas, de Pedro Rimalas o, lo más frecuente, de toros bravos y caballos machiros, en los cuales aparecía el narrador como el mejor jinete y torero que ha habido en El Llano, porque eso sí, pa’ fantasiosos naide les ganaba. Echaban unas historias más enredadas que el cabro del sacrificio de Abrahán.
Dormía como ‘sute ateta’o’, hasta que me llamaba mi taita, cuando ya empezaban a cantar los gallos de seguidita. Me tomaba mi pocillo de café, más amargo que hiel de cachicamo con novia. Ya cargar agua, ordeñar vacas, echarle comida a las gallinas, barrer la caballeriza, botar la mica llena de miaos de una moza que tenía mí viejo. Y luego mi gran tormento: vuelva otra vez con esos malditos marranos. Así pasaban los meses y yo ‘más aburrío que guahibo sin puya en una subienda’.
U n día por el camino, cuando arriaba la marranera, cogí unas pepitas rojas y me las eché al bolsillo. Más tarde supe que eran de piñón. Me dio por tragarme una y me pareció muy dulce, esa fue mi salvación, pues como a la media hora me agarró un dolor de tripa, acompañado de una cagadera, que no me daba tiempo ni de ponerme los tucos, casi acabo con el pajal donde me tendí, y ya por último me tocaba limpiarme como señorita en banquete. Me cogió un desmayo que parecía ‘vaca vieja atascada en lambedero’. Como pude me arrastré hasta la casa, me llevaron pa’ 1 pueblo en una hamaca, me ¡nyectáron suero y me dieron a jartar un poca’o de remedios que me pusieron bueno como a los tres Dias.
Volver de nuevo a la finca fue un martirio: me tocaba caminar con las piernas abiertas, como ‘bobo monta’o en jamuga’. Y de nuevo a mi oficio.
Una tarde, después de un aguacero, estaba aplasta’o encima de una topia, cuando sentí latir una perríta que siempre me acompañaba, ‘ai la pongo’, igual a la que tiene la señora Magnolia. Me fui barajustao a ver qué pasaba. Pensaba que era un cachicamo porque la perra estaba escarbando en una cueva, cuando de pronto pegó un chillido. La había arropado una cascabel que casi le quita la porra del tarascazo, Cuando la soltó, la perrita salió corriendo y al momentico cayó muerta.
Sin pensarlo dos veces reventé a la carrera como ‘vena’o corno de los perros a llamar a mi papá, para que viniera a matar el plago. El viejo se terció la escopeta, cogió un barretón y me entregó una peinílla y nos fuimos al trote en busca de la culebra. Llegamos a la banqueta donde la había visto. Me puse a buscar la cueva, pero no fui capaz de dar con ella. Caminaba de uno a otro lado, me agachaba en todo hueco que veía, pero nada. El viejo se iba disgustando poco a poco, hasta que se puso ‘más arrecho que vaca vieja en pastoreo’. Al fin me llamó, me cogió de la mano y me zampó tres o cuatro chaparrazos que me hicieron soltar el chorro de miaos, me trató de mentiroso y juró, hasta por el mismo Mandingas, que jamás me cambiaría de oficio.
Un día se fue mi papá de cacería con mis dos hermanos. Por la tarde volvió con un capón tan trepa’o, que le tocó mandar por la yunta de bueyes de la molienda, partirlo por la mitad y echarle a cada uno medio marrano. Tan grande sería que tenía unos colmillotes que le salían de la jeta como más de cuarta y media.
Nos pusimos a componer carne y ya por la nochecita, fuimos a herrar un par de becerros que habían traído de vaquería. Mi hermano enlazó uno colora’o mamantón, bien gordo, yo me le pegué a la cola y le zampé una jalada que lo hice dar vuelta de campana. El pobre animal quedó con las patas quebradas.
Pensé que con semejante hazaña había demostrado ampliamente que era un hombre de llano y, que en consecuencia, me libraría del fastidioso oficio de cuidar marranos. !Oué equivocado estaba¡ Al otro día me mandó mi papá a pastorear mis odiados enemigos, eso sí, con un pollera’o de carne frita de cerdo y casi la mitad de un pecho del becerro asado, a más de eso llevaba tajadas de plátano y arepas de harina de trigo fritas con huevo, pesaría tanto el pollero que tenía que caminar de medio lao.
Como todos los días, procedí de la misma forma: maté palomas y patos, luego pelé por mi pollero y me puse a tirar ‘más muela que fara en gallinero’. De pronto me fijé en una cueva. Allí estaba la enorme serpiente de cascabel, la misma que había matado a la perra y que por no encontrarla, me había lambido una pela de mi taita. Tomé todas las precauciones del caso: me fijé muy bien en el lugar pero, para mayor seguridad, me quité el sombrero y con mi cuchillo corté una yana de mastranto, la enterré muy cerca a la cueva y en la punta dejé mi gocho viejo.
Partí a la carrera a llamar a mi papá, llegué a la casa con la lengua afuera, pero el viejo había salido pa’ la sabana y se había llevado la morocha.
Me puse a pensar cómo haría pa’ matar la serpiente. Buscando encontré tres barras de dinamita al noventa por ciento. A mi papá le gustaba la pesca, y por esa época era lo más usual hacerlo con ella. Yo me había fijado de qué manera se hacía pa’ poderla utilizar, Encontré como medio metro de mecha lenta y un fulminante. Tomé todo eso, lo puse en un talego junto con un pedazo de piola y partí a toda carrera, llegué al lugar donde estaba la alimaña, me fue fácil encontrar el lugar por las señas que había dejado.
Tomé las tres barras de dinamita, las amarré con la piola, luego el fulminante y le puse la mecha, lo apreté con los dientes con mucho cuidado, prendí un tabaco que le había robado a mi taita, escarbé la mecha hasta que fue visible la pólvora, le arrimé el tabaco y la mecha comenzó a chisporrotear. Con la yana de mastranto arrempujé la dinamita en la cueva. Iba a salir corriendo, cuando me acordé del saco del bastimento. Por tomarlo ligero se derramó todo el contenido en el suelo y como cosas del diablo, cayó la marranada a comer. Yo traté de espantarlos pero no fue posible, viendo el peligro, metí carrera, había avanzado casi cien metros, cuando
¡pummmmmmm¡ sentí la explosión. Caí de jeta en un charco, quedé con la porra llena de barro y ‘más asusta’o que guahíbo en un baile de blancos’ Dejé pasar un rauco y me fui acercando poco a poco a ver qué había pasado ¡Dios del cielo, Virgen santa de Manare, sálvame de mi papá!.’
Lo interrumpí para preguntarle si había matado la culebra. Me respondió ‘No lo sé. De verdad, no lo sé. Pero lo que sí le puedo asegurar es que no quedó vivo ni un hijueputa marrano.

Cascabel Negra o de Guarico


Cascabel Negra o de Guarico (Crotalus pifanorum)

Paisaje Primaveral

En la Vida en los Llanos de Venezuela, Ramón Páez dá una  bellísima descripción del paisaje llanero  en la entrada de aguas, que no podemos pasar por alto:

"La tierra hasta hacía poco  sumida en la oscura noche del caos, plena ahora de flores y belleza, parecía como la hija de los astros, brillante de líquidas gemas y radiosa con el magnífico esplendor de la primavera tropical; mientras miríadas de albos lirios hasta donde alcanzaba la vista, esmaltaban la sabana llenando de aromas la mañana. Infinitas bandadas de aves acuáticas, desde el pequeño Guirirí hasta el garzón soldado, llenaban los diminutos pozos que la pasada tormenta había formado en cada depresión del suelo y hacían vibrar el aire con sus estridentes y variadas notas. Notables entre todas eran las múltiples especies de garzas, esas ”doncellas de las aguas, de formas delicadas, bellos plumajes y de graciosos movimientos”, cuyos delgados y arqueados cuellos doblábanse por doquiera sobre las nacientes yerbas y recordaban a las mortíferas serpientes que infestaban la sabana. Allí también estaba el carrao, ave dotada de una sutil percepción de los cambios del tiempo, y nubes de chillonas gaviotas (Rynchops), rayaban con su picos las aguas con vuelo irregular, hiriendo nuestros oídos con sus gritos penetrantes. Mugían los ganados por todas partes, y manadas de enflaquecidos venados corrían a saltos en busca de agua y  yerba fresca, en tanto que despertando  de la modorra en que los había sumido el abrasador verano, sopesados morrocoyes y las tardas tortugas arrastrábanse lentamente por el suelo en busca del vivificador elemento."

martes 10 de mayo de 2011

El Catire Maria Nieves


Imagen tomada de wwwdoabarbara.blogspot.c
 Allá va María Nieves
el mejor "hombre de agua"
de todo el llano;
el del caballo alazano,
el del chaparro en la mano,
aquel que aboya en el centro del río;
el del pañuelo colorado,
el que va nadando parado,
¡Escúchale el tañío!

Se tiró desde "El Picacho"
a salir al merecure
que está en el otro lado;
-treinta cuadras de nado-
¡Qué hombre tan macho,
y qué garganta,
hay que ver como tiemblan
cuando canta,
las aguas del Apure!
 Germán Fleitas Beroes
  
Hace tiempo quería escribir sobre este personaje de Doña Barbara  tomado de la vida real por Don Rómulo Gallegos. Hombre recio, imagen del llanero auténtico que enfrenta el peligro tan solo    "" con el chaparro en la mano y la copla en los labios".. 

Dice el poeta Fleitas Beroes en su poema Llaneradas "Y no pierda la fe en Dios cuando le toque, compadre, cruzar a nado en lo oscuro, caño donde haya caimanes". También dice en otros versos del mismo poema: "Y no le tema a caimán , que para caimán cuchillo".

Maria Nieves existió, y era el tipo de hombre del poema,  y quedó inmortalizado en la imagen que se adjunta. Don Rómulo Gallegos lo describe tal cual lo conoció:

"Es Maria Nieves agigantándose en la empresa de la esguazada de los grandes ríos donde acecha la muerte. Va a exponerse a la tarascada mortal de los caimanes y solo lleva un chaparro en la mano y una copla en los labios.

Río Arauca
Se va a tirar al Arauca una punta de ganado y los jinetes ya están colocados a lo largo de la manga para defenderla del tropel de reses. Ya Maria Nieves se dispone a conducirla a la otra orilla, a cabrestearla a nado. Es el mejor “Hombre de agua” de todo el Apure, y nunca se le ve tan contento como cuando la lleva al cuello, en pos de sí los cuernos, apenas, de los madrineros que guían la esguazada y por delante, allá lejos, porque ya el río está de monte a monte, la orilla opuesta.
Río Apure
Ya está en el agua sobre su caballo en pelo y conversa a gritos con los canoeros que navegarán al costado de la punta para no dejarla regarse rio abajo.

Maria Nieves rompe el canto y se arroja al agua, porque el caballo apenas le servirá de apoyo para la mano izquierda, mientras con la derecha bracea, empuñando el chaparro para defenderse del caimán. Detrás de él se arrojan al agua los bueyes madrineros y comienzan a nadar, apenas con los cuernos y el hocico a flote.
-¡Apretá!, ¡Apretá!-gritan los vaqueros

Los caballos empujan y las reses van cayendo al río. Braman asustadas, algunas tienden a revolverse, y a otras se las lleva la corriente, pero en la orilla los vaqueros y a lo ancho del río los bogas de las canoas, las contienen y las enfilan.

Un caramero de cuernos señala el rumbo sesgado de la esguazada. Adelante va la cabeza de Maria Nieves junto a la de su caballo. Se oye su canto en medio del ancho río, en cuyas turbias aguas acechan el caimán tricionero, y el temblador y la raya y el cardumen devorador de los zamuritos y de los caribes.

Al fin la punta gana la ribera opuesta, a centenares de metros. Una a una van saliendo del agua las reses, lanzando mugidos lastimeros, y asi estan largo rato agrupadas en la playa, mientras el cabrestero, vueve a echarse al río a pasar otro lote."

El Poeta Fleitas Beroes, quien también lo conoció y admiraba por su reciedumbre,  tiene dos escritos  sobre este personaje: uno titulado MARIA NIEVES y el segundo, una  canción , EL CABRESTERO, que mas adelante se coloca y que fué un gran éxito en la época, en la voz del Catire Carpio y representa hoy, un clasico de la música llanera.

EL  CABRESTERO
Música de Autor Anónimo
Arreglo: Juan Vicente Torrealba
Letra: Germán Fleitas Beroes

Con el chaparro en la mano, 
y a un lado el caballo moro
supo escribir con decoro, 
otra página del llano
(bis)
Me parece que lo veo, 
me parece que lo veo
solito en mitad del río
 solito en mitad del río
cabresteando los rodeos
con lo triste del tañío
(bis)
Nostalgia que me conmueves, 
quiero brindarle esta ofrenda
al catire María Nieves, 
cabrestero de leyenda
(bis)
No hay nadie que se figure, 
no hay nadie que se figure
por qué mi canto lo nombra, 
por qué mi canto lo nombra,
es que yo he visto su sombra, 
cruzar de noche el Apure

Cajón de Arauca Apureño

Cajón de Arauca Apureño

Cajón de Arauca Apureño
Con el alba los garceros, se desparraman en vuelo, para cubrir de blancura, el rostro de los esteros. Julio César Sánchez Olivo

Llanuras de Portuguesa.

Llanuras de Portuguesa.
De Apure los Horizontes, de Barinas los Palmares, de Portuguesa los montes , de Guárico los cantares. German Fleitas Beroes. Mis Cantares

martes 31 de mayo de 2011

Mayo: Mes de los Espantos y Aparecidos

"Era el mes de mayo, mes de espantos y de aparecidos, época de lluvia, cuando la sabana se viste de flores y el terronal se remoja. Llano en mayo con sus noches oscuras y caminos llenos de agua"

"Llano es llano y a nosotros nos gusta de esa manera, supersticiosos y todo puede que seamos, pero con un corazón que no nos cabe en todo el ancho de la sabana y en esa misma sabana, que no alcanza para arroparle el corazon al llanero, es donde se ven todas estas cosas que le estoy contando....."

"La tarde llegó con nubarrones de lluvia y viento fuerte que sacudía los chaparrales asustando la sabana. Los caminos fueron llenándose de agua y las aves se recogieron temprano"
Fragmentos del trabajo  llevado al acetato por Dámaso Delgado: El Silbón.

Estando en el mes de mayo, mes que tradicionalmente se ha denominado el mes de espantos y aparecidos, habiendo hablado ya extensamente de La Cruz de Mayo y del paisaje de la estación, dedicaremos los quince  días restantes del mes, a narrar algunas de las historias, mitos y leyendas que caracterizan la llanura venezolana. Es específicamente en el estado Portuguesa, donde ubicaremos la fuente de estas historias, por ser la cuna del Silbón, espanto mayero tan conocido en todo el país y del cual ya hemos hablado suficientemente en la sección de Espantos y Aparecidos.

Muchas son las leyendas, que conforman el folclore nacional. Entre las leyendas del estado Portuguesa, podemos mencionar, además del Silbón, al Ahorcado de Turén, el Amo del Agua de Chabasquén, el Hachador de Ospino, la cochina parida de Píritu, la Culeca de Mesa de Cavaca, el venado de Piedra de Agua Blanca, la Burra Maniada de Papelón, la culebra gigante de la Represa de San Rafael de Onoto, el Tigrito de Píritu, la Bola de Fuego, el carretón de Acarigua, entre otros. De otros estados tenemos Florentino y el Diablo, El Espanto del  Troncon, Juan Machete, entre otros.

Algunas de estas leyendas, las narraremos en los próximos días. Algunas son muy simples y mas que leyendas considero que son "decires", pero todas, con su ingenuidad o su profundidad, con sus testimonios o sin ellos, con su mayor o menor grado de credibilidad, forman parte de nuestro folclore.

Eso era lo que contaba 
el Silbón y la parranda, 
que una noche se encontraron 
Hilarión y el desandas
Víspera de un tres de mayo 
como a las seis de la tarde,  
fueron grandes tempestades 
y relámpago en el aire
No vayas para esa fiesta, 
te dijeron Juan Hilario, 
que en tierras de Portuguesa, 
va un espanto desandando
 El que vaya de parranda 
que se vaya preparando 
que si la noche lo agarra 
el Silbón lo esta esperando

y por todos los caminos de Portuguesa se comentaba el corrio y la leyenda.....

martes 17 de mayo de 2011

El Mes de Mayo en el Estado Portuguesa

Como introducción al tema de los espantos de mayo, queremos ofrecerles una visión general del llano portugueseño en el mes de mayo, ya que tiene diversas connotaciones para el llanero. No solamente es el mes de la Cruz, de la siembra, de la entrada de agua, del reverdecer de la llanura y de las vaquerías, es también el mes de los espantos del llano, especialmente en el estado Portuguesa, donde la venida de las lluvias, trae consigo las historias sobre seres sobrenaturales, contadas de generación en generación .

En el trabajo denominado Mitos y Leyendas Predominantes del Estado Portuguesa, Carmen Pérez Montero nos ofrece un estudio detallado de las creencias del llanero portugueseño y sobre algunos de los espantos que viven en esa tierra, entre los que predomina el famoso Silbón.

Dice la Profesora Pérez:
"Mayo es el mes de la Cruz, el tres se celebra su día y el madero que la representa se viste de flores y los cantadores de salves y décimas atraviesan los caminos e inician la fiesta con velorios que se prolongan hasta el amanecer. En Portuguesa, por ser un estado agrícola, los campesinos pagan promesas a la Santísima Cruz por favores concedidos, relacionados con el logro de sus cultivos y la venta de las cosechas, dándole a estas festividades colorido y significado especial.

En Portuguesa la entrada de las lluvias causa un efecto diferente al resto del país. Mientras el cielo se oscurece anunciando el aguacero, abajo, la esperanza y el temor cruzan los caminos, la esperanza a la espera del triunfo de la cosecha y el temor en espera de los ruidos escalofriantes y los espantos que cruzan las sombras de la noche tenebrosa.

Mayo en todo el país es el mes de l as flores, de la Santa Cruz y de la Santísima Virgen, pero en Portuguesa es diferente, tiene visos de magia, de temor y de visiones fantasmagóricas que cruzan sus senderos.

En Mayo, los campesinos cruzan los caminos del llano con el escapulario de la Virgen del Carmen en el cuello y la oración en la boca.

En la zona alta de Araure, el 24 de mayo se celebra la fiesta de la Virgen María Auxiliadora, patrona de los caficultores. Mayo en Portuguesa es mística fragancia, Mayo se parece a Portuguesa, tierra e invierno, temor y fe… siembra y cosecha.

En Mayo, el campesino portugueseño siembra maíz, el cual tarda cuatro meses en cosecharse. El cultivo propio de la región es el arroz, su rica producción le dio a Portuguesa durante la década de los ochenta, el reconocimiento nacional como “Granero de Venezuela”. El invierno por ser época de inundaciones y desbordamiento de ríos, caños y quebradas se hace propicio para la siembra de este rubro.

lunes 16 de mayo de 2011

Los Hijos de Cojedes: José Manuel Falcón

Tuvimos la oportunidad  hace unos días, de entrevistar  informalmente a este importante compositor, que tiene en su trayectoria más de 300 canciones, siendo una de ellas, el clásico Aquel, tema dado a conocer por el Tío Simón hace varias décadas.
Aún cuando se trató de una entrevista totalmente improvisada, José Manuel, de carácter alegre y jovial, después de manifestarnos que era muy difícil contar las vivencias de tantos años en sólo unos minutos, abrió su mente al recuerdo y nos contó algunas de sus experiencias,  las cuales les ofrecemos a continuación:

"Nací en La Sierra, que es una aldea del Edo Cojedes aledaña a San Carlos, Distrito Juan Ángel Bravo".
"Desde los 4 años ya bajaba una tambora de mi hermano Félix, que en paz descanse, ya fallecido, y le caía a palos. Después cuando Félix reclamaba que estaba desajustada, mi madre le decía que me dejara quieto."
Buscando mejoras educativas y culturales, se trasladó a Tinaquillo, y nos cuenta: "allí conocí a uno de los grandes hombres, baluarte y pilar de la música  venezolana: Don Pedro Emilio Sanchez, gran compositor,  artista y músico. Yo tenía 11 años cuando Pedro Emilio y su conjunto  Los Palmaritos  fueron a Tinaquillo, y aquello fue una revelación para mí. Y en ese momento decidí que quería  dar todo por la música venezolana.

En los años 50 y principios del 60, eran contados los exponentes de la música venezolana, tales como Juan Vicente Torrealba, todo un pionero dentro de la cultura musical venezolana. Juan Vicente nace en Caracas, simplemente porque eran una familia  adinerada y trajeron a la madre a dar a luz en Caracas,  pero ellos vivían en Camaguán y él es todo un llanero guariqueño. Pero hubo un hombre que me marcó, y fué Ángel Custodio Loyola, a quien cariñosamente le  decíamos  el “renco Loyola”,  porque cojeaba  (se cayó de un caballo, coleando en calabozo). Era peón del hato Banco Largo, de los Torrealba.  Loyola, imagínense, un campesino de hato, ordeñador, cabrestero, esos son los caminos que yo he seguido. Me gusta componer y  canto, bueno, al menos hago el intento.

Cuando me vine a Caracas, comencé a hacer versos  y de repente hice una canción, mi primer tema se llama “Como Ayer”,  no me acuerdo la música, además era muy corto, apenas 5 lineas, lo hice sin orientación musical porque yo soy zurdo y para la época no había cuatristas zurdos, creo que sólo uno  o dos.  Había un cuatrista zurdo que murió, de los Hermanos Oropeza, Irineo Oropeza; y yo creo que después de Irineo, yo. Si hay otro, que me perdone pues  en realidad no lo conozco. A mi me decían, -No vale, tu eres zurdo, las cuerdas tienes que invertirlas-,  a lo que yo me decía: -Lo voy  a hacer porque me gusta.

Cuando Pedro Emilio en el año 1956 fue a Tinaquillo, estando yo muchacho, yo le dije que quería cantar y me dejó cantar con el Conjunto Palmarito. El me apadrinó desde ese momento y me dijo: -Muchacho, tu tienes cualidades, es más, tenemos muy pocos recursos, son muy pocos los que nos aventuramos, esto es una cruzada-  y yo le dije, -Bueno, yo voy a pertenecer a esa cruzada!! . Luego conocí al maestro Loyola en Caracas, al Carrao, al Catire Carpio, al  hombre de El Saman José Alí Nieves. Uno de los hombres que yo más admiro que se llama José Francisco Montoya de San Juan de Payara y otro cantante fallecido, de la generación mas reciente como lo es Julio Miranda de la región oriental, el cantautor del amor, Sexagésimo, que se mató en el año 92.

Aparte de las composiciones que yo he hecho y las producciones musicales, el primer  artista que a mí me grabó fue Simón, con Aquel.  Aún cuando mucha gente le endilga ese tema a Simón, tanto la letra como la música me pertenecen y Simón Diaz lo que hizo fue hacerlo conocida. Yo le tengo un gran aprecio a Simón, ojalá se mejore pronto, ya que está malito de salud, bueno rogamos por su recuperación.

Aparte de Simón, me han grabado mas de 30 artistas, entre ellos  mi compadre Teo Galíndez, también cojedeño de Tinaquillo, Luis Silva, Anita Morillo, Reina Lucero, Alejandro Rondón, y una gama de muchachos nóbeles,  que bueno, la lista es extensa. Ahorita la madre de la canción venezolana, Adilia Castillo, me dijo: -José Manuel, yo no quiero morirme sin grabar un par de temas tuyos.

Aquel tiene más de 30 versiones a nivel nacional e internacional y a pesar que  su letra tiene una connotación romántica hacia una mujer, en realidad la compuse para mi madre.

Yo no las cuento, pero tengo mas de 300 composiciones, de las cuales como 200 están registradas en la Sociedad de Autores y Compositores- SACVEN, que tiene actualmente registrados unos 15.000 autores y yo tengo el número 2.225. Tengo 27 años en SACVEN

Ya quedamos pocos de aquellas generaciones. Tenemos un hombre que está enfermo ahorita, pero ojalá no. se nos vaya todavía,  sería una gran pérdida porque yo no creo que haya sustituto para ese gran artista, se llama Víctor Morillo, el Tricolor de Venezuela:
-Víctor para ti mis loas para que te recuperes. Nos haces mucha falta, el día que faltes tú, yo creo que se acaba el folclore.
También es uno de mis padrinos, cuando me oyó cantar y escribir me dijo con su voz y acento característico: “muchacho, cónchale mi hermano, tú eres un criminal".

Para finalizar la entrevista, le pedimos a José Manuel Falcón, un mensaje para el rescate de la Música llanera:

Hemos perdido muchos valores, hemos perdido los valores humanos y dentro de eso está la cultura. Nosotros estamos muy penetrados por culturas foráneas y eso es un cáncer. Uno mismo, el profesional, cae a veces en la laguna mental de no saber quien es fulano de tal, imagina lo que queda para los que no saben nada, pues le han enseñado a amar a un fulano de tal, foráneo. No  es que vaya a despotricar de nadie pues la música es universal, pero mi mensaje es  que queramos nuestra música, recatemos lo que es la vivencia de nuestros antepasados musicales, quienes fueron los que sembraron esa música hermosa que nos hace vibrar y que nos hace seguir en esa búsqueda  de aquel túnel que nos espera con esa luz brillante que tiene Venezuela, que definitivamente es un gran país. Debemos luchar contra el prototipo de  la cultura  externa que nos han impregnado,  sacar desde una manga el nacionalismo y el folclore nuestro para  enseñarlo a nuestros muchachos de ahora. Voy a ser ácido. Víctor Morillo dice que hay que ser ácido: No podemos  dejarnos penetrar por una cultura que no es la nuestra. No seamos marionetas de estas industrias transnacionales que trabajan para que perdamos nosotros nuestra cultura musical, lo autóctono nuestro. Vamos por el rescate!!!. "   Volvamos a nuestras raíces, volvamos a ser lo que fuimos"

AQUEL
Letra y Música : José Manuel Falcón
Aquel, aquel potro patas negras
de crines tan marmoleñas
hace unos dias se murió,
porque la dueña que lo montaba
que tanto lo acariciaba
hace tiempo se marchó

Aquel, aquel turpial cantarino
y el azulejo marino
ayer se fueron los dos
porque la mano de suaves mimos
la voz de modales finos
de pronto los descuidó

Por qué, aquel perro tan hermoso
que jugueteaba contigo
que te regalé un diciembre
cuando nos comprometimos
ayer lo conseguí muerto
en la orilla del camino

Por qué, señor si te la llevaste
eternamente contigo
si se fueron tras su huella
todos sus fieles amigos
deja que yo tambien muera
para tenerla conmigo.

Aquel, aquel riachuelo divino
de corriente cristalina
seco ya está de dolor
porque, porque tu no has regresado
a refrescarte a su lado
a jugar con su color

Aquel, aquel rosal encendido
que cuidabas con delirio
todito se marchitó
porque aquella voz cantarina
que refrescaba su vida
nunca jamás regresó

Por qué, aquel perro tan hermoso
que jugueteaba contigo
que te regalé un diciembre
cuando nos comprometimos
ayer lo conseguí muerto
en la orilla del camino

Por qué, señor si te la llevaste
eternamente contigo
si se fueron tras su huella
todos sus fieles amigos
deja que yo tambien muera
para tenerla conmigo.







SENTIMIENTO PROFUNDO
Letra y Música: José Manuel Falcón
Yo no sé lo que me pasa
estoy enfermo o me estoy volviendo loco
todo me sale torcido, es horroroso
perder la vida, a mí  me importa poco

Siempre me he considerado
hombre cabal de sentimiento profundo
la vida en cambio a mí solo me ha dejado
los mas severos sufrimientos de este mundo

Cuando cabalgo
por la llanura en mi caballo
las aves me miran llorando
tristes me van acompañando
ellas no saben
la pena que llevo por dentro
la tristeza de este momento
que ya en el pecho no me cabe
(bis)
El fracaso me persigue
la mala suerte cada momento me acosa
es inhumano el castigo que me inflige
porque es de humanos el errar en ciertas cosas

Yo no peco de modesto
no soy perfecto ni un dechado de virtudes
pero sí llevo arraigadas en el pecho
cosas hermosas de los padres que yo tuve

Cuando cabalgo
por la llanura en mi caballo
las aves me miran llorando
tristes me van acompañando
ellas no saben
la pena que llevo por dentro
la tristeza de este momento
que ya en el pecho no me cabe
(bis)


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domingo 15 de mayo de 2011

Tiempo de Primavera

Es frecuente en nuestras latitudes que después de caídos los primeros chaparrones, génesis del retoñado revivir de la campiña, vuelva a “meterse” por varios días el verano, con sus austeras características locales: retazos del alisio en la atmósfera, vuelta del polvo a las calles y caminos y consecuente prórroga del fuero de las chicharras en en la plaza del pueblo y en los montes del caño y del río. Aprovechan esa oportunidad los campesinos para quemar sus rozas, cuando no habían logrado hacerlo antes de las lluvias. Alberto Arvelo Torrealba. Lazo Martí, Vigencia en Lejanía.

Estancia V
En estas dulces tardes veraniegas
cuando el sol se va, desde lejano
puepurino confín luz moribunda
esparce por el llano;
y del boscaje rumoroso,
y de un amor desconocido en alas,
por el aire sutil suben serenas
la canción funeral de las chicharras
y la ronca oración de las colmenas.
Cuando se apaga el púrpura sangriento
y brota el color gris: al horizonte
baña de nuevo en rojo
la columna de fuego que calcina
la tostada maleza del rastrojo.
Y por la faz siniestra de la noche,
y bajo el cieo trémulo y sin nube,
en ondas mueve su plumón, y sube
y la esperanza lleva,
el humo: la plegaria del trabajo;
el holocausto de la roza nueva
Silva Criolla

Dice igualmente el poeta Arvelo, gran observador de los cambios climáticos del llano, que posterior a  ese regreso del verano, se da un nuevo arribo de las lluvias, pero sin "esa irrefrenada copiosidad que solo se inicia en junio"

El estero en el llano, es la capital del paisaje. Cuando empieza a llenarse, a la cuenca de ayer no mas enjuta se le olvida el agobio de la sequía. Lirios sabaneros, “como espumas del mar” montan guardia, desde lejos en sus flancos reverdecidos. Para eso los bulbos soportaron valientes seis meses de candela y sol. En la ceja de monte de la hoya, espinitos y jazaharitos revientan en brusca floración que coincide con el retoño, hermanados en blancura con las primeras chusmitas que regresan.

 


 Pero nada como la bora y el junco para la galanura del estero y el alma del artista. Porque esas plantas entretejen el tapiz central de la cuenca, el que proteje las ultimas gotas palustres cuando se prolongan las terribles veranadas.

El Pescado. Sancocho de Cachama


Una importante porción de la alimentación del llanero, especialmente en el Estado Apure, es a base del pescado que le proveen los grandes e importantes ríos que atraviesan su tierra. Bien sea en sancocho, frito, guisado, o en otras formas mas sofisticadas, en la cocina  llanera, el pescado tiene un papel preponderante.

Así que podemos, en lugar del tradicional desayuno llanero (mas contemporáneo, pues recordemos que el llanero de antaño, mas que un desayuno, hacía una completa comida al final del día de trabajo), constituido por carne, cochino, cachapa o arepa, queso, etc., un desayuno apureño puede ser un sancocho o hervido de algun pescado.

Ya hemos hablado de la cachama, importante y abundante pez de los ríos llaneros, en el artículo denominado Morocotos, cachamas y cachamotos., el cual provee abundante carne.  En la foto se muestra una de las formas en  que se vende (La imagen fue tomada en el Caserío La Negra, estado Guárico).
Los ingredientes para preparar el sancocho, aparte del pescado, son los mismos que para cualquier hervido: cebolla, ajo, cebollín, ají dulce, ramas como cilantro, culantro, perejil) topocho verde, yuca, ocumo, ñame, o las verduras de la zona o temporada. Los aliños picaditos  se sofríen con onoto y se añaden al agua donde hiervan ya las cabezas del pescado seleccionado, en este caso Cachama. Después de un rato, se sacan los huesos mas importantes y se añade el resto del pescado y el topocho así como las demas verduras, picados en trozos. El sancocho queda con textura, sin embargo, en algunas cocinas, se le agrega también  topocho raspado para que cuaje la sopa.
En la entrada de San Fernando de Apure, antes de crizar el Puente María Nieves, hay un local a orilla de la carretera que ofrece como únicas opciones para desayunar, sancochos de pescado: cachama, bagre y otros.  La imagen corresponde al Sancocho de Cachama. Nutritiva forma de comenzar el día.

sábado 14 de mayo de 2011

La Veneración a la Cruz de Mayo en Cojedes

La veneración a la Cruz de Mayo, importante tradición religiosa en todo el país, se asocia al hecho mismo de la crucifixión de Jesús, y también  a un símbolo que puede proporcionar abundancia, prosperidad, buenas cosechas y en algunos sitios también salud.

El Blog Letras de Cojedes, nos ofrece unos interesantes artículos sobre la celebración de los Velorios de Cruz de Mayo en dicho estado. Queremos compartir algunos tips de dichos artículos, pero recomendamos ampliamente acceder a ellos para su lectura completa, en los siguientes enlaces: Preparación de un velorio de Mayo, Velorios de Cruz de Mayo (poemas y fotografias), Décimas a lo Divino y Profano

Dice en el referido Blog, que en algunos pueblos llaneros del estado Cojedes, el altar se prepara con tres cruces: La principal que representa la de Jesús, y dos más pequeñas que evocan los dos ladrones que fueron crucificados junto con el Señor. La tradición establece que se pueden hacer peticiones a la Cruz, a cambio de una promesa que debe ser cumplida por el solicitante apenas sea concedida su petición.

Otra asociación que se hace con la Santa Cruz, es la de la lluvia. Las tradiciones Cojedeñas dicen que las lágrimas de la Virgen por la muerte de su hijo conmovieron al cielo, el cual se oscureció, para luego iluminarse con 4 relámpagos, que se representan en el altar por 4 velas blancas. Este hecho desencadenó un fuerte aguacero que dió abundancia y fertilidad a la tierra. De allí que la cruz se adorne con flores y se le ofrenden frutos, como remembranza de ese hecho. Por otra parte, “El agua mezclada con la tierra ardiente, pasa a ser una bebida típica e infaltable en los velorios de la Cruz de Mayo y se le apoda “guarapa” o “guarapita” y es una “fuente” que no se puede “secar”, es decir, siempre habrá para “tomar “ de ella,”

La creencia dice que el blanco de las gotas de lluvia se convirtió en un manto que cubrió el cielo y que después fue iluminado por los reflejos del sol, que regresó sobre el verde de la tierra mojada por el aguacero. Estos colores, especialmente el verde y el blanco, tienen un significado simbólico en la celebración.

Se cuenta que como la Virgen se quedó al lado de la Cruz rezando por su hijo, acompañada de varias personas que cantaban alabanzas, los llaneros de Cojedes, hombres, mujeres y niños, se reúnen en torno a la Cruz para hacer rezos, declamaciones y cantos, y presentan ofrendas, velas y bebidas, con gran devoción, esperando que la Cruz lleve bendiciones a sus vidas, siendo éste el origen de la celebración. El Velorio de Cruz conlleva, tiene pues, una connotación  religiosa, pero también pagana. Sin embargo, siempre prevalece el respeto amoroso mientras se entonan los cantos a la Cruz

Al igual que en otras regiones del país, los Cojedeños celebran el velorio de Cruz el 3 de Mayo, pero siguen realizando eventos durante todo el mes, hasta el ultimo fin de semana en el que celebran el “Bailorio de Cruz”, también llamado “Cierre de Velorio” o “Rabo de velorio”.

Muy grande es el repertorio de décimas y cantos que en honor a la Cruz de Mayo, han pasado de generación en generación siendo su temática bastante diversa: remembranzas de la Pasión de Cristo, peticiones, agradecimientos, entre otros.

“Flores para el altar” 
Registrado en la autoría de Enmo Suárez:

La Virgen ayer bajó
estando yo en oración
y se me puso en canción
lo tanto que siento yo
aquello que me ordenó
era un mandato sagrado:
que dejara engalanado
un lindo y humilde altar
para la cruz consagrar.
y así hallarme salvado

La preparación del altar y ambiente donde se celebrará el Velorio de Cruz, constituye igualmente una ceremonia cuidadosa que se hace con amor y devoción. Sea en casa de familia o un sitio público, la cruz se “viste” con esmero, bien sea con palmas, hojas de maíz o mango, flores, papel de seda u otros materiales, amarrados cuidadosamente. El trabajo se hace en grupo y dicen que trae felicidad y bendiciones a quienes participan. Una vez preparado el altar con la cruz, se colocan las ofrendas, que van desde comidas o dulces criollos, hasta flores y frutos.

En el transcurso del Velorio, el organizador o dueño de casa, ofrece alimentos y bebidas a los cantantes y visitantes. El sonido del cuatro, maracas, bandola y arpa, acompañados del infaltable “traguito de aguardiente”, poco a poco van tornando profanos los versos y décimas, hasta que la anfitriona cubre la cruz y empieza el bailorio. Los poetas improvisan versos, convirtiendo el velorio en una animada reunión comunitaria, donde el canto cubre distintos temas, religiosos y jocosos , llegando incluso a presentarse en ocasiones un contrapunteo entre los cantadores

jueves 12 de mayo de 2011

Cantos a la Cruz de Mayo

En el mes de la Cruz de Mayo, no podemos dejar por alto, reseñar algunos de los cantos que se hacen en su honor. Los cantos a la Cruz de Mayo, tradición generalizada en el país, varían en cada región, en  lo referente  a instrumentos y música como tal.
Una de las más importantes representantes del canto folclórico y en especial del Canto a la Cruz, es Doña María Rodriguez, cumanesa de importantísima trayectoria. Colocaremos, pues, un video de su canto a la Cruz y uno del Velorio de Cruz de Anselmo López.
Cabe señalar que el segundo video, ya lo colocamos en otra oportunidad, pero lo repetimos para facilitar su búsqueda, haciendo la acotación que  además de lo referente al velorio de cruz, tiene una importante reseña de los orígenes de la bandola, presentada por Guillermo Jiménez Leal.